Un desayuno pesado
Sus sentidos estaban aturdidos a causa de la coca y el alcohol, pero, poco a poco, empezó a tomar conciencia de la situación.
Escuchó como colgaba el teléfono. Sí, era una conversación extraña, totalmente acorde con lo sucedido durante las últimas 24 h. ¿Con quién podía estar hablando? De algo estaba completamente seguro, no pensaba quedarse a esperar visitas.
Retrocedió hasta la cama y se dispuso a buscar su ropa. La botella de Jim Bean calló al suelo con tal estrépito que apunto estuvo de reventarle las sienes. Adiós a su huida sorpresa.
¿Dónde coño estaban sus pantalones? Abrió el armario y le sorprendió comprobar que estaba absolutamente vacío, tan solo ocupado por un enorme macuto color caqui cerrado con un contundente candado.
Miro sobre los muebles de la habitación y su luz de alerta pasó al estado de evacuación inmediata. Tampoco había nada. Ni fotos ni objetos personales, tan solo una gruesa capa de polvo. Abrió los cajones de la mesilla. Vacíos. Nadie había estado en esa habitación en meses.
Era hora de salir corriendo. Al fin recordaba dónde había dejado los pantalones, sobre el respaldo del sofá.
Abrió la puerta y se encontró a Cath vestida únicamente con una enorme camiseta de los Warriors y sumida en un gran estado de concentración frente a los fogones de la cocina.
- ¿Ya te has despertado? ¡Estupendo, justo a tiempo para el desayuno!- Dijo Cath sin siquiera girarse.
- … lo siento Cath, me tengo que ir…
- No te puedes ir…
Se recompuso e intento parecer lo más sereno posible.
- De verdad que lo siento, pero quiero ir al Stork, a ver como llevan aquello. Tengo que echar una mano a los de sonido. Sabes como se pone Barry de capullo si su voz no suena bien…
- No te puedes ir.
Esta vez su tono de voz no dejo lugar a las dudas. No era una petición.
- Además, Barry está en camino.
Finalmente Cath se digno a girarse. Un sándwich de bacon con queso y una P220 le ocupaban las manos.
- ¡Siéntate, Pedro, tenemos que hablar!
La sangre se le heló por completo cuando volvió a oír ese nombre. A partir de ese momento Cath no necesitaba un arma para retenerle.
Y allí, Pedro, alias “P.J.”, alias Julián, alias “The One” y una innumerable cantidad de alias que ni siquiera el mismo llegaba a recordar, con unos boxers a cuadros y una camiseta de los Badstar como único uniforme, se dispuso a hacer frente a todas las pesadillas de las que llevaba huyendo desde que tenía uso de razón.
- Mira, Pedro…
- Por qué coño me llamas así.- Su tono de voz sonaba amenazadoramente severo, pero no podía dejar que Cath notara su debilidad en ese momento.
- Está bien, lo siento, Julián.- Usaba un talante conciliador aparentemente sincero.- Siento que te metieran en esto. Ha sido un error… no, no tenía que haber pasado…El único punto que he dejado en sus manos y…
Cath parecía divagar. Observaba la pared, la pistola, la ventana… Julián sabía que dudaba. Decidía en silencio entre matarle o pedirle perdón. Debía pensar rápido si no quería que tomara la decisión menos oportuna.
- Cath, puedo serte útil.
- Lo se. Además, sigues vivo y eso, créeme, dice mucho en tu favor.
La gata salvaje desapareció de su mirada reemplazada por un destello frío y calculador.
- Que te hayan involucrado ha sido un error. Pero ahora no podemos hacer nada. Esta tarde una persona se encargará de ese problema. No temas, esos dos tipos no volverán a molestarte.
En cuanto a vosotros, necesito que Barry y tú hagáis algo.
Olvidaros del concierto de esta noche. No va a haber concierto. Desapareced del mapa hasta mañana por la mañana.
- Pero si no tocamos, adiós al contrato. Por mi, perfecto, pero no creo que Barry se preste a colaborar…
- Tranquilo, Alex Van Halen, que alguien de la promotora contactará con vosotros para arreglar lo del grupo. Eso es lo que quiero: el nombre de ese alguien.
Lo siento, Pedro, pero nadie va a evitar que cerréis una larga gira por Europa este verano por cuenta del camarada Kryuchkov…
Cath le miró sonriente mientras mordía el sándwich.
Escuchó como colgaba el teléfono. Sí, era una conversación extraña, totalmente acorde con lo sucedido durante las últimas 24 h. ¿Con quién podía estar hablando? De algo estaba completamente seguro, no pensaba quedarse a esperar visitas.
Retrocedió hasta la cama y se dispuso a buscar su ropa. La botella de Jim Bean calló al suelo con tal estrépito que apunto estuvo de reventarle las sienes. Adiós a su huida sorpresa.
¿Dónde coño estaban sus pantalones? Abrió el armario y le sorprendió comprobar que estaba absolutamente vacío, tan solo ocupado por un enorme macuto color caqui cerrado con un contundente candado.
Miro sobre los muebles de la habitación y su luz de alerta pasó al estado de evacuación inmediata. Tampoco había nada. Ni fotos ni objetos personales, tan solo una gruesa capa de polvo. Abrió los cajones de la mesilla. Vacíos. Nadie había estado en esa habitación en meses.
Era hora de salir corriendo. Al fin recordaba dónde había dejado los pantalones, sobre el respaldo del sofá.
Abrió la puerta y se encontró a Cath vestida únicamente con una enorme camiseta de los Warriors y sumida en un gran estado de concentración frente a los fogones de la cocina.
- ¿Ya te has despertado? ¡Estupendo, justo a tiempo para el desayuno!- Dijo Cath sin siquiera girarse.
- … lo siento Cath, me tengo que ir…
- No te puedes ir…
Se recompuso e intento parecer lo más sereno posible.
- De verdad que lo siento, pero quiero ir al Stork, a ver como llevan aquello. Tengo que echar una mano a los de sonido. Sabes como se pone Barry de capullo si su voz no suena bien…
- No te puedes ir.
Esta vez su tono de voz no dejo lugar a las dudas. No era una petición.
- Además, Barry está en camino.
Finalmente Cath se digno a girarse. Un sándwich de bacon con queso y una P220 le ocupaban las manos.
- ¡Siéntate, Pedro, tenemos que hablar!
La sangre se le heló por completo cuando volvió a oír ese nombre. A partir de ese momento Cath no necesitaba un arma para retenerle.
Y allí, Pedro, alias “P.J.”, alias Julián, alias “The One” y una innumerable cantidad de alias que ni siquiera el mismo llegaba a recordar, con unos boxers a cuadros y una camiseta de los Badstar como único uniforme, se dispuso a hacer frente a todas las pesadillas de las que llevaba huyendo desde que tenía uso de razón.
- Mira, Pedro…
- Por qué coño me llamas así.- Su tono de voz sonaba amenazadoramente severo, pero no podía dejar que Cath notara su debilidad en ese momento.
- Está bien, lo siento, Julián.- Usaba un talante conciliador aparentemente sincero.- Siento que te metieran en esto. Ha sido un error… no, no tenía que haber pasado…El único punto que he dejado en sus manos y…
Cath parecía divagar. Observaba la pared, la pistola, la ventana… Julián sabía que dudaba. Decidía en silencio entre matarle o pedirle perdón. Debía pensar rápido si no quería que tomara la decisión menos oportuna.
- Cath, puedo serte útil.
- Lo se. Además, sigues vivo y eso, créeme, dice mucho en tu favor.
La gata salvaje desapareció de su mirada reemplazada por un destello frío y calculador.
- Que te hayan involucrado ha sido un error. Pero ahora no podemos hacer nada. Esta tarde una persona se encargará de ese problema. No temas, esos dos tipos no volverán a molestarte.
En cuanto a vosotros, necesito que Barry y tú hagáis algo.
Olvidaros del concierto de esta noche. No va a haber concierto. Desapareced del mapa hasta mañana por la mañana.
- Pero si no tocamos, adiós al contrato. Por mi, perfecto, pero no creo que Barry se preste a colaborar…
- Tranquilo, Alex Van Halen, que alguien de la promotora contactará con vosotros para arreglar lo del grupo. Eso es lo que quiero: el nombre de ese alguien.
Lo siento, Pedro, pero nadie va a evitar que cerréis una larga gira por Europa este verano por cuenta del camarada Kryuchkov…
Cath le miró sonriente mientras mordía el sándwich.
10 comentarios:
Por fin vuelve DD, y a saco, por lo que veo.
Ya era hora de que Cathy empezara a descubrir sus cartas, aunque por ahora todo sean conjeturas. Además por fin se empieza a enlazar la trama de la guerra fría con los chicos de Dark Dusk, lo que me alegra mucho. Pobre J.D., tanto tiempo preparándose y lo han pillado en calzones...
Curiosamente yo también tenía intención de retomar esta escena, así que tendré que cambiar de planes. Me encanta.
ja ja ja ja ja, buenísimo, camarada Kryuchkov? gira por Europa? por fin avanzamos...se me ocurren mogollón de posibilidades.
Por si había alguna duda Cathy vá por libre, parece que estaba liada (intermitentemente, eso si) con Barry con premeditación por algún motivo que su P220, aunque no nos desvela, nos hace sospechar ilegal...
Ilegal? por libre? mmm... eso depende. Desde luego, ya sabemos el motivo de la muerte de Pet y quién está a cargo de Mr. Meyers.
A mi me encanta el tema de las fechas: al año siguiente de lo que está ocurriendo Kryuchkov accedió a la dirección del KGB y unos años más tarde co-protagonizó el intento frustrado de golpe de estado a Gorbachov. ¿Será Dark Dust el desencadenante involuntario del final de la guerra fría?
Esta bien, lo confieso, mi análisis no era muy profundo, tan solo quería hacer ver que lo había leido y que estoy en el tema...
Pero bueno, he sobreentendido que ella mueve los hilos de Meyers y decide a donde vá y qué hace... Por lo tanto vá por libre, a no ser que esa broma sobre el ruso se trate de una información veraz que deja entrever que tiene un jefe, en ese caso, no va por libre y Pedro, Julian, PJ o "The One" ya ha obtenido su respuesta, Kryuchkov será su nuevo promotor...
Gira por Europa apenas dos años antes de la caida del muro de Berlín... ahí pueden pasar muchas cosas, por favor, no me hagais estudiar historia a estas alturas.
Troy, solo estudian aquellos que no tienen acceso a la Wikipedia.
Alud, Cathy no hace mención a Kryuchkov como su jefe, si no como el que está detras del despegue del grupo. Ella lo que quiere saber es quien sustituirá a McCoist ¿Se lo cargó para eso? Tengo ganas de saber la reacción de Barry ante su nuevo futuro musical.
Barry es un patriota, lo demostró aguantando el mirlo a los dos supuestos agentes del FBI... Apuesto a que manda a hacer puñetas al bueno de Kryuchkov.
Barry solo se quiere a si mismo y a su carrera musical. Le aguanto la charla a los del FBI para seguirles el juego y ver dónde querían llegar. Su agente murió y solo penso que el grupo era la polla. No estoy seguro de que mande a hacer puñatas un contrato con una discografica que incluya una gira por el extranjero.
Bueno, habrá que ver que coño pasa con ese rollo del contrato, que yo, como J.D., no acabo de fiarme de lo que diga Cathy...
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