viernes, 25 de noviembre de 2011

HOTEL VALMONT - SEÑALES


Ok, vamos allá, porque lo prometido es deuda, porque es viernes, porque llevo tres cuartas partes de una botella de vino barato, porque suenan los Dogs d´Amour y porque hoy estoy realmente de buen humor.

Pocas veces me pasa que se, a ciencia cierta, que un disco me va a gustar sin antes escucharlo, me ocurre con Axl, me ocurre con Mike Ness y me ocurre con la gente honesta.
Así que no voy a ser objetivo, aunque tampoco hace maldita la falta, porque este "Señales", primera referencia de los madrileños HOTEL VALMONT es bueno de cojones, bueno hasta decir basta.

Tengo un nombre para esta clase de discos, "Discos de largo recorrido"; me explico. Pones el cd y, en una primera escucha, te quedas prendado de una canción como "California" (Sabino Mández mataría por una canción así hoy en día), acaba el disco y le das otra vuelta, y te das cuenta de que "Tren de medianoche" tiene un toque sombrío y melancólico que te gusta. Así que al día siguiente vuelves a ponerte el cd y empiezas a pensar que "La reina de la ciudad" desprende un olor a rock americano, lento, reposado, de ese de escucharlo vaso de whiskey en mano que te te empieza a calar, te coge y no te suelta.


Y hablemos de cosas serias, de pesos pesados, de canciones que se que os van gustar; porque a los que hemos seguido al detalle la vida de Axl Rose desde 1996 hasta 2008 vamos a emocionarnos con "Rey Lagarto", porque en Valencia también tuvimos un Roxy y somos (o fuimos, je je) hijos de la noche, porque para todos hace tiempo hubo una canción que nos salvó de quere morir y porque si no os emocionáis con "1959" es que estáis muertos en vida y porque tengo la convicción de que todos los grupos del mundo deberían de tener su "Patience" particular y aquí tenemos un maravilloso "Todo lo que nos vio crecer".

Aparte de todo lo mencionado, también hay saxos, harmónicas y violines (ojo a "Bajo el manto de fuego) y una producción de alto nivel a cargo de Carlos Macías (Maggot Brain)

Y que cojones, un disco dedicado a Francesc Satorra tiene que ser bueno.