Casualidades de la vida. Te partes los cuernos trabajando en un caso sin pies ni cabeza. Un callejón sin salida, uno de esos casos que el tiempo sepultaría en un armario archivador condenado al olvido. A mí me la suda, esas cosas no me quitan el sueño. El trabajo acaba cuando subo al coche camino de casa para disfrutar de uno de los asados de Nancy.
Pero esta vez todo es distinto. Una llamada de un tal Rob, una confesión de una puta que dice haber estado en la escena del crimen. La verdad es que todo esto me supera.
Todavía recuerdo la cara de la testigo al ver entrar a Ratzinger. He visto muchas putas asustadas en una sala de confesiones, pero a ninguna mearse encima. Hasta que no hemos estado a solas no ha podido articular palabra. "No me dejen sola con él" ha repetido a gritos ahogados en lágrimas. No suelo hacer ni puto caso a esta gentuza. Como buen católico de descendendia irlandesa, para mi esta gente no merece más respeto del que se le puede tener a un perro. Mal ejemplo, los perros son animales fieles que son de alguna utilidad. Las putas venderían su alma por cincuenta pavos, no son gente de fiar y eso todo el mundo lo sabe. Pero los abogados de oficio son unos tocapelotas y me ha empezado a soltar toda esa mierda de los derechos humanos, la puta constitución, bla, bla, bla. Odio las parrafadas legales, yo soy un hombre de acción, y si esa puta tiene algo que contar yo se lo sacaría, por las buenas o por las malas. Y ojalá me obligara a hacerlo a malas.
Pero joder, cuando esa comepollas ha empezado a cantar he notado cómo el pulso se me aceleraba. He tenido que sentarme y fumarme un cigarro. Luego me he fumado otro. No es fácil asimilar todo esto.
Al parecer, Albert McCoist tenía en esta puta algo más que un alivio fisiológico. Pero no sólo eso, si esta guarra me está diciendo la verdad, parece que se van a resolver algunos asesinatos en "The Harbor Avenue". Eso es lo de menos, va contra mis principios vender a un compañero a esos carroñeros de asuntos internos. Aunque bien mirado puede ser la baza que estaba esperando para dar el salto... "Comisario Axel Foley", no suena nada mal. Y quién sabe, después de todo lo que me ha contado Caroline, quizás es Cabrera el que aguanta mis gritos y mi mal humor por las mañanas. Un golpe de suerte, sí señor. Estar en el momento justo en el lugar adecuado. Todo esto es una bomba, no me imaginaba que gente tan poderosa podría estar implicada en asuntos tan turbios. Van a caer torres muy altas. Joder, me sudan tanto las manos que el volante se me resbala.
Mañana va a ser un día muy movido. Los de protección de testigos harán bien su trabajo, simplemente no hay que precipitarse. El agente Ratzinger no sabe lo que se le viene encima. Que se joda, no me da ninguna pena. Yo tengo que mirar por lo mío, dios sabe que sólo quiero pasar mi jubilación en una casita cerca de la playa con Nancy. Pescar y disfrutar de las puestas de sol de San Diego. A lo mejor cuando Roger sea un gran abogado y tenga hijos vendrá a pasar las vacaciones con nosotros. No las tengo todas conmigo, ese haragán nunca sentará la cabeza. Me he dejado el lomo para darle una educación y las oportunidades que yo no tuve, ojalá a mi me lo hubieran puesto tan fácil.
Me gusta este barrio, desde que vi nuestra casa me enamoré de él. Tranquilo, lejos de ese infierno llamado Oakland. Aquí sabes que puedes fiarte de la gente.
Pero, ¿qué cojones? ¿qué hace este gilipollas aqui? A lo mejor el muy capuyo ha reconocido a la puta y está preocupado. No tiene nada que temer, en esta ciudad la palabra de un policía vale más que la de una fulana. Lo que no sabe es lo de el tal Rob. No está nada mal el trato. Él se lleva su exclusiva y yo mi ascenso. Ha dicho que me llamaría mañana. No me ha querido dar su número para sentirse más seguro, como si no pudiera localizar la llamada. Aunque si lo hace desde una cabina lo llevo claro, al diablo, no pienso perder el tiempo con ese imbécil mientras me de lo que quiero.
Vamos a ver que quiere este tío, a qué mala hora lo traje a cenar a casa el año pasado. Nancy me dijo que no quería a volver a verlo en su vida, y no es para menos después de lo que hizo, a quien se le ocurre…
- Ey Jojo! ¿Qué se te ha perdido por aquí?
......
El Capitán Cabrera acariciaba el pecho desprovisto de vello del Agente Ratzinger quien todavía dormía. Desde el primer momento supo que podía confiar en el joven policía. Cuando llegó por la noche y le dijo que todo estaba solucionado pudo respirar tranquilo, el inspector Foley estaba indagando más de la cuenta y había que pararle los pies sutilmente. Se quedó mirando a Joseph mientras dormía cuando una llamada de teléfono lo sacó de sus pensamientos.
-¿Diga?
- Esta vez la has cagado Cabrera - dijo una voz grave
- ¿De qué está hablando señor? todo ha salido según lo previsto, con Foley fuera de juego y los de protección de testigos de nuestra parte todo esto nunca saldrá a la luz.
- Joder Cabrera ¿acaso no has visto las noticias? Hay cosas que son difíciles de tapar incluso para nosotros. Tu mancebo la ha cagado y ahora vas a tener que limpiar toda esta mierda. Te la estás jugando Cabrera, a mi no me gusta que me jodan, y tú me has jodido!!!
- Pero...
- Cabrera soluciona todo esto y dale el pasaporte a ese niñato que seguro que tiene el culo hecho a la medida de tu mulata polla.
Cabrera sin tiempo para replicar oyó como colgaban el teléfono. Fue hasta el salón y encendió el televisor. En todos los canales estaban dando la misma noticia: un doble asesinato en un barrio residencial de Oakland, se trataba de un policía y su esposa, la cual había sido violada y decapitada(y no precisamente en ese orden). El Inspector A.F. presentaba varios balazos a quemarropa. Según los vecinos un Ford Mustang del ’82 estuvo estacionado en la zona a la hora del crimen.
El Capitán Cabrera apagó la televisión y se llevó las manos a la cabeza.
8 comentarios:
Has matado a Foley, ja ja ja.
Joder, corrupción en las altas esferas, moooola.
Ains, si es que ya le advirtió de que no le llamara Jojo... Esta claro que esto se está desmadrando rápidamente, no me extraña que Alonzo Cabrera se eche las manos a la cabeza.
Por cierto, he detectado una cosilla que no me cuadra. La puta que estaba bajo la mesa de McCoist se llama Caroline, pero sin embargo creo entender que te has referido a ella como Claire, que es el contacto de Marcus y Matt en Corea. Aclaramelo o corrigelo, que para eso está la guía de personajes ;)
Diferentes nombres no significa un error (aunque pueda serlo). Pueden no ser la misma persona, puede que no diera su verdadero nombre... Como siempre, eso dependerá del siguiente en tocar el tema. Ahora ya está publicado, no se debería tocar.
Entiendo lo que dices, Robert, pero opino que si es un error si se debería modificar. Eso si, si confirma que no lo es pues palante.
Y me explico. Si es un error y no lo corrige, puede cambiar bastante el sentido de la historia cuando no era su intención.
Corregido lo de Claire-Caroline, aunque parezca mentira la guía de personajes es mi principal herramienta para escribir un capítulo. Que conste que al ver el error he estado a punto de dejarlo como Claire, pero más que un golpe de suerte para Foley habría sido una patada en los cojones al relato: tres fuentes es demasiado inverosímil, incluso para un tipo como el Inspector Axel Foley.
Lo de Foley creo que se veía a la legua, un veterano policía con idílicos sueños de jubilación, una bella esposa que prepara el pescado que su mismo marido trae desde las playas de San Diego... ese tío era carne de cañón desde el tercer capítulo, lo siento por su cincuentona mujer, pero... a la mierda el poli facha y viva el psicópata de su compañero. Me encanta Ratzinger, creo que estoy abusando de él porque ya le he hecho cometer demasiadas atrocidades.
Lo que me tiene cada vez más intrigado es "LA VOZ" ¿quién coño será? me encanta esto.
Jaja, pues si ¿quién coño será la voz? porque yo tenía previsto que fuera Cabrera, pero eso ya no podrá ser ;)
Daaxe estoy poco a poco acabando el blog de galatex world films pero ¿podrías configurarlo igual que éste para que los vídeos no tapen la parter derecha? gracias por adelantado ;)
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