MI ADIÓS AL JUGÓN

Ya hace casi dos semanas que Andrés Montes falleció. En este tiempo, he visto numerosos actos de homenaje a la figura del periodista. El domingo, sin ir más lejos, en el Estudiantes-Barcelona, el club y la afición estudiantil, entregaron unas camisetas a los hijos de Andrés, Orson y Nelson. Por cierto, el mayor es clavado a Montes, más alto pero con el mismo estilo de camisas y con pajarita incluida.
Hablando del profesional, yo tengo que decir, que a mí me gustaba mucho. Sobre todo en el basket. Soy un gran amante del deporte de la canasta y fué un gran descubrimiento aquella extraña pareja que formaba Andrés y su inseparable Daimiel. A las altas horas en las que iba los partidos, como decía Montes, había que vender la moto. Y él era un crack vendiéndola. El partido podía ser una castaña, podías tener un sueño del copón, pero con Montes detrás del micrófono, te acababas despertando y tragándote el partido. Me encantaba como tenía estructurada por clubes toda la competición. Que sí el club del gourmet, para aquellos pasaditos de peso. Que sí el club de estopa mix, para los que reparten en los partidos, y no caramelos precisamente. Que sí el club de se dejaba llevar, para los que tiraban del talento y poco del esfuerzo. Era un genio con los motes!!!. Acertaba la mayoría de ellos. Cuenta la leyenda que él los soltaba por primera vez, miraba a Daimiel y sí él se reía, lo acuñaba y lo repetía siempre. Quién no se acuerda de Tim "Siglo XXI" Duncan,
"Aerolíneas" Jordan o "Melodía de Seducción" Sprewell. O sin ir más lejos, el "E.T." Gasol, "Mr. Catering" Calderón o "Suma y sigue" Jiménez.
La mayoría de las personas, cuando juegan una pachanguita al basket, no dicen ya tapón o qué bueno eres, no. Todos dicen " vaya pincho de merluza o eres un jugón". Estos días he oído que hasta los profesionales utilizan las palabras suyas. Montes le dió otro aire al baloncesto, un aire más dinámico, más moderno, más de los tiempos que corren.
Cuando conocí la noticia de su muerte, además de la típica sorpresa, tuve un verdadero pesar. No ya por su persona, ya que nunca lo conocí, sino por que sabía que cuando la Bomba Navarro metiese otro triple más, ya no oiría lo de: "Ratatatatá" o el "Jugón... jugón".
Desde Galatex World no podemos hacer otra cosa nada más que despedirnos como él puso de moda en su etapa en LaSexta: " Hasta otra y recuerden... que la vida puede ser maravillosa".