ME CAGO EN: G-20 o COMO INSULTAR SIN QUE PAREZCA EL DIA DE LA MARMOTA

Bien es sabido, y de ello os comentaré algo en otra ocasión (apuntádmela, que yo ya he perdido la cuenta), que los Michael Landon o los Annibal Smith, gente buena que solo mira por el bien del prójimo, son una especie a extinguir dentro del mundo de la televisión.
La corriente catódica dominante es la de los hijos de puta con gracia. Tíos que dicen lo que todos pensamos pero no nos atrevemos por miedo a que nos desprecien, nos despidan o, simplemente, nos partan la cara.
Este elenco de cabrones simpáticos, los House, Vilches, Mauricio Colmenero y demás se caracterizan por un factor común: su facilidad para humillar sin improperios. Y de entre toda la especie, en la manada ibérica el macho de lomo plateado es sin duda Risto Mejides.
El que empezó como rol importado del “America’s got talent” se ha hecho hueco en el negocio a escupitajo limpio desde su silla de jurado hasta conseguir su propio show en prime time.
Y tengo que reconocer que cuando vi el primer programa de G-20, sinceramente, me acojoné. Las ostias volaban a diestro y siniestro sin mirar color ni pelo. Daba igual político que concursante de GH, Papa o deportista de élite. Era el fin de todos aquellos que rajamos por vocación, el bloggerismo a nivel profesional. Pensé “joder, ¿y ahora con quien coño nos metemos para que quede original?”.
Sin embargo, como cuando descubrí las tendencias sexuales de Javi Navarro, el mito se me vino abajo en poco tiempo.
Y es que el programa es monótono y repetitivo. La sensación de estar viviendo el día de la marmota es constante. La fauna es perenne, los motes son invariables y, lo peor, han cambiado el chascarrillo y el sarcasmo por el insulto facilón.
Y es que insultar, señores, lo sabemos hacer todos, lo complicado es mofarse del personal de otra manera.
Vamos a poner un ejemplo. Una persona al azar… Rita Barberá. Se le podría llamar gorda o fea, pero, además de ser incierto sería soez y vulgar.
Sin embargo otra cosa diferente sería contar que, cuando nació, la matrona fue incapaz de determinar si el bebé venía bien o de nalgas. Que tras el parto le dieron a elegir a la madre entre llevarse a la niña o a la placenta. Que su padre las abandonó porque se dio cuenta de que su mujer le había engañado con un Uruk Hai. Que de niña fue vecina de Pedro Cavadas, lo que le despertó la vocación al cirujano. Que antes de sus vacaciones allí, el Lago Ness era famoso únicamente por sus carpas. Que de adolescente se apuntó a un concurso de feas y quedo primera, segunda y tercera, que desde entonces hicieron obligatorio el control anti-doping y al año siguiente la echaron por abusona. Que ha sido la primera persona que se ha caído de un toro mecánico por los dos lados a la vez. Que antes de su visita al zoo de Barcelona, Copito de Nieve era un precioso gorila de pelaje oscuro. Que Isabelle Dinoire está harta de que sus asesores de imagen la llamen para pedirle que les venda a su perro. Que tras la inauguración del Bioparc tuvo que enseñar el carnet de identidad para que le dejaran salir. Que su seguro de defunción es el primero que incluye sepelio en una fosa común para ella sola…
En fin, que seguramente para un programa diario no diera, pero con un buen equipo y un presupuesto astronómico, algo bueno podría salir.
Así que, por favor, Risto, tómate unas vacaciones, léete los editoriales del mundo y vuelve a ser el sarcástico cabrón de antes.