AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS (XII), HOY...MARTA SÁNCHEZ

Sí, lo se, es muy fácil cebarse hoy en día con Marta Sánchez, se que lo tiene todo para convertirla en objeto de burlas y mofas constantes, de hecho internet está lleno de textos y artículos ejerciendo este noble deporte tan español como es el de la crítica mordaz y el insulto injustificado (o no), y frases suyas tales como “yo de política en fiestas fashion no hablo” (ya sabemos que votas a Rajoy, bonita), “soy número 1 en el top manta, si la piratería no existiese sería triple platino”(ejem…), “mi vídeo con Carlos Baute lleva 8 millones de descargas”(claro, es gratis), “Una mujer despertó del coma al oír una canción mía” (esto si que no me lo creo) no hacen más que incrementar esta tendencia.

Pero amigos, Marta tuvo un pasado glorioso, como muchos otros personajes de la farándula antes de que empezasen a creerse artistas de verdad, lleno de momentos destacados y entretenidos; porque de eso se trataba, de entretener, coño. Cada persona ha venido a este mundo para cumplir una función y la de Marta Sánchez (o la de Alaska o la de Ramoncín o la de Rita Barberà) era entretener.

Olvidemos sus primeros pasos en el mundo de la música (con 20 segundos de visionado ya vale).


Olvidemos su paso por el grupo Kristal Oscuro,( la k de oscuro parece indicar grupo punki kalimotxero pero no, nos quedamos con las ganar de ver a Marta cantando “puta policía” con 19 añitos), y centrémonos en Olé-Olé, toma ya, ¿quién sería el iluminado?
Olé-Olé lo tenía todo para triunfar, y lo hicieron, canciones bailables y de letras intrascendentes (bailando sin salir de casa es un claro ejemplo de ambos conceptos), una banda segundona que siempre estaba en un segundo plano y una Marta Sánchez buenorra y teñida haciendo de Madonna latina, genial.


Pero verdaderamente hay dos momentos por los que Marta merece esta entrada, lo que hace de ella un personaje para recordar en Galatex World, más allá de su lamentable presente artístico, y esos highlights son:



Diciembre de 1991- Marta Sánchez interpreta “Soldados del amor” en territorio irakí a bordo de la fragata Numancia para mostrar su apoyo a los soldaditos españoles que estaban allí durante el embargo previo a la primera guerra del golfo, acojonante.
Si esto no es histórico que baje dios y lo vea.
La grabación es digna de análisis, letra sensiblera, Marta vestida de cuero, las dos macizorras escoltando a la diva y los soldados aguantando el tirón y mostrando compostura, brutal.

Verano de 1991 – Interviú publica la portada más vendida de su historia (sólo podría ser superada en ventas por una hipotética foto de la Infanta Elena de niña yendo a clases de repaso; yo se que esa foto existe).
Mucho se ha hablado de estas fotos, y según declaraciones de Marta parece que fue todo un chantaje, ya sabéis, la revista tenía fotos comprometidas de la artista y le ofrecieron silenciarlas a cambio de esa ya mítica sesión.
Existen varias teorías acerca de esas “fotos comprometidas” (se que os gusta el morbo), la primera se basa en que Marta iba en una canoa y el remero (afroamericano para más señas) parece ser que tenía el remo afilado y listo para entrar en acción.
Hay otra que dice que Marta era la que usaba el remo, con bastante destreza, por cierto, y la última dice que sencillamente las fotos muestran a Marta desnuda pero en actitud nada glamourosa, esta es la menos creíble, claro.
Sea como fuera, las fotos salieron, y aquello supuso una revolución; recuerdo que vendieron la revista envuelta en un paquete opaco, para que el que quisiese verla tuviese que pagar, nada de hacer vouyerismo en el escaparate del kiosko.
Todo el mundo compró el ejemplar, desde el panadero hasta el ministro de justicia, histórico, lo que yo os diga.

En realidad hay otro momento histórico, y es que en 1993 Marta se metió en el mundo del cine y protagonizó “Supernova”, siguiendo los pasos de Miguelito Bosé y su “El Caballero del dragón” (aunque Miguel tuvo la indecencia de seguir con su carrera cinematográfica), pero es una película tan, tan floja que no voy a perder el tiempo comentándola. Sólo diré que Marta hacía doble papel, toma ya.


Para acabar sólo quiero pedirle a Marta que, si lee esto, recapacite y vuelva por sus fueros. La gente necesita entertaiment.
Marta, vuelve con Olé-Olé, una gira de reunión, y olvídate de duetos ñoños y colaboraciones surrealistas (¿os acordáis de Slash?), haz otra peli contando tu vida o vuelve a hacer otro desnudo integral para interviú, aunque te aviso, ahora la depilación está de moda, ya no estamos en los 90.