
Ciudadanos de Galatex World, este 7 de junio el deber nos llama. Nuestro futuro se decide en las urnas. Nuestro futuro y el de los 785 diputados europeos que se juegan el ser o no ser, porque no nos engañemos, ocupar un escaño en el parlamento europeo supone pasarte cuatro años cobrando 7.000 € mensuales más gastos. ¿Gastos? ¿Qué gastos hay que cubrir cobrando un sueldo 7 veces superior al de una persona que se pasa 40 horas semanales en una fábrica? ¿Es que las putas y la farlopa no entran en la nómina? ¿Es que con 7.000 euros al mes no se pueden pagar la letra de un piso de VPO?
Aún recuerdo mis primeros comicios, tenía 18 años, era joven e idealista. Creía que algún día llegaría ese líder político que cambiaría el mundo y haría justicia. Hoy ya me he cansado de esperar. Puede que cambien caras, logos o discursos, qué más da, no dejan de ser los mismos perros con distintos collares. Las cosas siguen igual que siempre, y cuando cambian siempre son para peor. Todo una gran mentira de la que me niego a seguir participando.
Por suerte vivo en una gran Comunidad Autónoma,
Valencia supo anticiparse a la crisis del ladrillo y prácticamente no se construyeron viviendas, se persiguió la especulación, no se toleró a las inmobiliarias inflar los precios y sobre todo, se persiguió la corrupción urbanística. Para celebrarlo Camps se hizo un traje y Rita se tomó un whisky con hielo.
Valencia invirtió el dinero público en Sanidad y Educación, y gracias a ello, a día de hoy somos la envidia del mundo, por nuestro sistema sanitario sin listas de espera y nuestros resultados académicos, al fin y al cabo, los niños son el futuro.
Aquí, puedes practicar cualquier deporte de élite. En parte gracias a los esfuerzos de nuestros políticos por acercar
Camps y Rita felicitándose por sus logros
Pero en fin, no voy a echar más flores sobre mi tierra porque no quiero que Canal 9 me denuncie por plagio. Así que a lo que vamos. La cúpula directiva de Galatex World iba a iniciar una campaña brutal para llevar al Partido del Cannabis al poder, pero parece ser que el sistema corrupto adivinó nuestras intenciones y puso trabas a la candidatura como si de unos etarras paletos se tratase.
¿Pero creíais que nos íbamos a detener ahí? Y una mierda. Movimos unos hilos, dimos una patada a una piedra y salieron otros 12 partidos estúpidos a los que apoyar.
Después de descartar a los dos más inútiles, hicimos una exhaustiva selección y finalmente elegimos hacer campaña en favor de PACMA (Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal), por dos razones: el nombre mola un huevo y la causa nos pareció muy loable.
ÉL NUNCA ABARATARÍA EL DESPIDO
Puede que este domingo 7 de junio no ganemos. Puede que PACMA no dirija el mundo, y puede que todo nuestro esfuerzo haya sido en vano. Sin embargo, el domingo por la noche cuando vea las noticias y algún baboso se jacte de su victoria, yo sabré que no habrá sido gracias a mí.
Cuando vea ondear en alguna plaza miles de banderitas al ritmo de una música estridente sabré que no ha sido con la ayuda de mi voto.
Cuando oiga las mismas mentiras ni si quiera me enfadaré, al fin y al cabo da igual quien gane porque siempre perdemos los mismos.