martes, 24 de mayo de 2011

15-M ¿HASTA CUANDO?


Aprovechando la coyuntura (mi deplorable estado de salud que me ha dejado postrado, un portátil y un día entero de tiempo libre) vuelvo a retomar mi actividad en el blog, para hablar de algo que quizá ya se ha hablado demasiado, pero que me apetece compartir con vosotros.
Para los que hemos tenido el placer de poder acercarnos a la plaza del Ayuntamiento estos días, me parece inútil narrarlo con palabras, es una sensación indescriptible. Parece que la gente por fin ha despertado de un letargo en el que nunca nos deberíamos haber sumido por culpa del conformismo. Miles de personas protestando por una misma causa, sin partidos, colores ni banderas. Sólo gente intercambiando ideas, mandando de forma ejemplarmente pacífica un mensaje al mundo de que estamos aquí, que estamos hartos de ser manejados por políticos, multinacionales, bancos y medios de comunicación.
Sólo eramos gente, pero estábamos unidos y habíamos tomado la calle. Por fin, por fin España ha despertado y por fin hemos alzado la voz. Pero, ahora viene la pregunta del millón ¿ahora qué?. Las elecciones del domingo no hacen sino demostrarnos que algo tiene que cambiar, las alternancias en el poder son cíclicas desde que se inventó este sistema político mal llamado democracia. Como ya dije una vez en un artículo dedicado a las elecciones europeas "da igual quien gane, siempre perdemos los mismos", y si no me creéis contestadme...
¿quién está pagando los abusos de la banca durante estos últimos años con rescates financiados con dinero público?
¿quién pierde su puesto de trabajo para que una junta accionarial se reparta multimillonarios beneficios, para además de eso pretender pagar a estos mismos trabajadores una prejubilación con dinero proviniente de la seguridad social? ¿quienes al trabajar para la administración han visto mermados sus derechos laborales sin ningún tipo de negociación sindical, mientras observamos cómo se gasta dinero a manos llenas en dudosos contratos millonarios con empresas privadas?
¿quien se ajusta el cinturón cuando al mismo tiempo los políticos se niegan a volar en clase turista, tienen chóferes, coches oficiales, dietas, sueldos vitalicios que pueden compatibilizar con otras fuentes de ingresos como cargos directivos en empresas privadas que previamente recibieron tratos de favor por ellos mismos? ¿quién tiene que subsistir con 400 euros y mantener una familia mientras que con sus impuestos paga la vidorra y los vicios de una realeza impuesta por un dictador que asesinó a sus mismos abuelos dejándolos enterrados en una cuneta en la que está prohibido investigar y a quien lo hace lo acusan de cohecho y amenazan con inhabilitar de su profesión?
¿quién tiene que llevar a sus hijos a estudiar a barracones?
¿quién se pasa 14 horas en urgencias o 2 años esperando tener consulta con un traumatólogo?
¿quién se juega la vida todos los días al ir a tabajar en bicicleta porque no hay dinero para asfaltar y pintar un trozo de carretera porque se ha gastado todo en pintar curvas en un circuito de formula 1 tan necesario como rentable?
¿quién paga una multa que supone la mitad de su sueldo por exceder en 20 km/hora el límite de velocidad mientras ve cómo alguien que roba, malversa y trafica con dinero público no sólo sale impune de ello sino que además es jaleado por miles de personas?
¿quién paga por una vivienda 10 veces su valor real? ¿quién es esclavo de una hipoteca por el resto de su vida? ¿quién no puede acceder a una vivienda? ¿quién ha tenido que acabar yendo a comer a la beneficiencia? ¿quién se ve durmiendo en la calle?
¿quíén se ha dejado la vida trabajado duramente para llevar una pequeña empresa hacia delante y acabar bajando la persiana por no poder hacer frente a los pagos?

Podría hacer un millón de preguntas más, pero para todas es la misma respuesta... TÚ, NOSOTROS. Nosotros estamos pagando las consecuencias de este sistema político, de la globalización, del neoliberalismo y consumismo salvaje. Hay gente que aglutina fortunas cada vez mayores, y cada vez hay más gente que no tiene para comer. Por todo esto, no permitamos que el espíritu del 15-M quede como una utopía, como un "lo que pudo ser y no fue". Hay que seguir luchando. Ayer volví a la plaza del Ayuntamiento y me dio mucha pena ver cómo daba la impresión de que todo esto se disolvía lentamente como un azucarillo. A lo mejor no es así, pero yo oía conversaciones derrotistas y resignadas a que no se podía estar eternamente en la calle. Ahora se ha empezado un debate interno para llevar el movimiento a los barrios y pueblos. Lo veo bien, pero no para arreglar problemas vecinales cómo que se hagan parques o construyan bibliotecas, para eso ya existen otro tipo de asociaciones. Hay que llegar cada vez a más gente, para eso se tienen que utilizar las asambleas en los barrios. Tenemos que conseguir que este fenómeno llegue a los escépticos, a los desencantados, a los desinformados. Hay que lograr que cada vez que se convoque una manifestación-concentración (dando por hecho que los campamentos tienen los días contados) seamos más gente, gritemos más fuerte y nos hagamos oír cada vez más lejos. Tenemos que paralizar este país y este sistema. ¿hasta cuando? Hasta que consigamos lo que queremos, cambiar el mundo.

10 comentarios:

Robert Parr dijo...

Troy, pese a que ver a gente luchando por lo que cree y que las verdades como puños que has soltado hacen que se me encoja el estómago, sinceramente creo que el movimiento 15-M es algo totalmente inocuo. Las elecciones lo han demostrado: siguen ganando los mismos y cualquier perspectiva de cambio es a peor. El sistema solo cambia si se siente amenazado, y mucho tiene que cambiar las cosas para que esto pueda suponer una amenaza. Si queremos que se nos escuche hay que, como mínimo, ser molestos. En Tunez o en Egipto sí que ha ocurrido, y los movimientos se pueden llamar de todo menos pacíficos. Y, lo siento, pero no creo que eso se logre con una acampada.

Anónimo dijo...

Estaba claro que ante un movimiento pacífico como este, el sistema se iba a descojonar.

Hace falta un cambio de actitud; algún cocktel molotov, algún coche ardiendo, alguna alcaldesa agredida...

Con todo, yo volveré el sábado.


Little caesar.

Anónimo dijo...

Blogger no me deja acceder a mi cuenta.


Little.

TROY MCCLURE dijo...

Pero eso se llama terrorismo, y para eso ya hay otra gente que tiene más experiencia. Todo esto hay que canalizarlo. A ver, lo de Egipto y Túnez, para empezar fue algo pacífico. ¿qué pasaría si en vez de haber 10.000 personas en la puerta del Sol, hubieran 2 millones y toda esa gente se quedara allí, oolapsando el tráfico de Madrid (aunque para eso no hace falta mucho), sin ir a trabajar, sin abrir sus negocios, paralizando la economía de España. Sin turismo. ¿cuánto tardarían en escuchar a la gente? no se si me equivoco, pero espero que aquí no llegaran a sacar los tanques a la calle como en el norte de África. O tal vez si, no hace falta más que ver lo que pasó con el tema de los controladores aéreos. No es tan difícil poner en jaque a un gobierno, mirar lo poco que hizo falta para que militarizan los aeropuertos y se declarara el estado de alarma. Pero hace falta eso, sacrificarnos y mojarnos el culo. No sé que le pasa a este país. 5 millones de parados que no están ahí fuera.

Anónimo dijo...

Creo que hay casos en los que la violencia sí está justificada.

Aun así, creo, estoy seguro, de que sin un medio de comunicación fuerte y comprometido que movilice a la gente, esto no va a tener ningún futuro.

Y no hablo de sacar en la tele lo que está pasando.

Little.

Anónimo dijo...

Joder, es que en las ediciones digitales de El país y el mundo ya ni aparece la noticia.
Ya ha pasado, ya no es noticia, ya no interesa que siga interesando.

Little.

TROY MCCLURE dijo...

Ahora mismo están haciendo un reportaje en tve. De todas formas quien lea el mundo tampoco es un manifestante potencial. Pero no digamos que no hay capacidad de difusión. Tenemos internet, tenemos el boca a boca. Noy hay que culpar a los medios de comunicación masivos porque al fin y al cabo ellos son parte del problema.

Robert Parr dijo...

En Africa la gente se ha echado a la calle pese a tener únicamente televisiones públicas y con los accesos a internet restringidos. Han demostrado que no hace falta un lider para que la gente se mueva y que internet y las redes sociales no solo valen para bajar porno y acumular agregados. Una chispa que haga rebelarte ante una sensación de indefensión reprimida durante mucho tiempo es suficiente.
Hacer que el sistema se colapse es facil: deja de trabajar o deja de consumir.

Anónimo dijo...

Hay cuatro millones, que digo cuatro, cinco millones de personas esperando a que yo deje de trabajar para cubrir mi puesto ^^

Robert Parr dijo...

En un par de años ya no, pero por ahora el derecho a huelga aun es legal.
Y si no, ya sabes, apaga la tele y no vuelvas a pisar un super ni aunque te empujen dentro.