Sí, un enésimo post sexista buscando visitas que alimenten nuestro ego.
Reconozcámoslo, una de las fantasías sexuales más recurrentes en un hombre es la de montárselo con una mujer uniformada (hey, no me juzguéis, hay gente que se excita lamiendo pies ajenos y yo no digo nada), pero en mi caso y, dado mi trauma con los
hospitales, tengo que descartar a las enfermeras y personal sanitario (lo siento Eva) y también, dado mi repulsa a cualquier tipo de autoridad, tendría que descartar a las mujeres de los cuerpos de seguridad del Estado (lo siento Mol)
Así que, como realmente queda poco margen en mi imaginario, las opciones de montármelo con una mujer de uniforme quedarían reducidas a las camareras y a las dependientas y cajeras de supermecados y/o grandes superficies.
Las camareras me gustaban mucho, pero…maldita sea, desde que vi a Mada ejerciendo en el bar Mariano (gran bar en Burjassot, muy recomendable), tengo un bloqueo mental que está acabando conmigo.
Por lo tanto me dedicaré a analizar el APASIONANTE MUNDO DE LAS CAJERAS.
Sí tíos, las cajeras molan, molan un montón.
Somos una generación que creció viendo el porno de principios de los 90 y que ha acabado hastiada de mujeres irreales y superficiales, de labios imposibles y protuberancias exageradas, de tabiques nasales demasiado perfectos y pómulos irrisoriamente tersos.
Sí, necesitamos mujeres reales y eso nos lo ofrecen nuestras amadas cajeras.
Mis cajeras favoritas son las de los carrefours, no se como lo hacen ni quien es el tipo de recursos humanos que hace la selección pero lo consigue, consigue que te alegren el día. No se si serán las camisas a rayas rosas o ver su nombre en la etiqueta que llevan pero vaya, hacen que ir a comprar resulte hasta gratificante.
Luego estarían las de consum, que tienen un punto de simpatía que me encanta; siempre están sonriendo, aunque hay que decir que el uniforme de consum debería estar penado por la ley del buen gusto. Joder, pobrecitas.
Como a Mercadona no voy porque les hago boicot no puedo opinar, bueno sí que puedo porque tengo una vecina de 22 años que trabaja ahí, pero eso ya os lo cuento en persona.
De las del Lidl no hablo porque uno tiene un status.
En el corte inglés hay de todo, pero sí que hay una elite de supermujeres cajeras y dependientas que podrían volver loco a cualquiera, en especial en la planta de menaje del hogar (sí, existe esa planta, no me la he inventado) y sobre todo en el corte de inglés de la Avd.de Francia. Parece ser que van con el nivel de la zona en cuestión, ya véis que curioso es esto.
Y luego ya, por encima de todas, están las cajeras y dependientas de la Fnac, de aspecto pijo-alternativo a las que le preguntas por un libro de Bukowski y te empiezan a hablar de Kerouac y piensas “ya está, me he enamorado, ¿dónde has estado toda mi vida?”
Venga chavales, quiero opiniones, se que pensáis como yo; quiero saber vuestras preferencias, quiero saber si alguna vez habéis intentado ligar con una cajera o si en alguna ocasión os habéis pasado de simpáticos (hay algunas clientas que con Romera se ponen muy pesadas, doy fe)
Y por último quiero pedir disculpas por la casi total ausencia de fotos. Es un mito eso de que en internet hay de todo; no, no hay fotos de cajeras en actitud sexy, y eso que he buscado concienzudamente. Pero no, no sale nada (ni con “cajera sexy” ni con “cajera hot”).
He estado a punto de conseguirlo en una página húngara pero parece ser que el traductor de google me ha traicionado y he llegado a una galería de fotos, digamos, desagradable.
Así que os tendréis que conformar con una enfermera y una mujer policía de las de toda la vida de dios.
Cosas de la red.