AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS (IX)

Vamos a ver si hacemos algo digno, que el tema lo merece.
Hoy me gustaría recordar a aquellos iconos sexuales que alegraron nuestras tardes televisivas en los lejanos años 90, esas actrices de las típicas sit-coms americanas que, con los años, se convirtieron en auténtico objeto de deseo para muchos de nosotros.
La lista sería larga, así que vamos a centrarnos en un hipotético top 3, vaya, mis favoritas, para aclararnos.
Puede que a nuestros lectores más jóvenes esto les suene a chino, es una cruz que ésta sección soporta estoicamente.

TIFFANY AMBER THIESSEN.

Uhmm, todos recordamos aquella maravillosa, intranscendente e inocentona serie llamada “Salvados por la campana”, ¿verdad?, serie de instituto americano con todos los tópicos imaginables (animadoras, equipo de football, taquillas, club de ajedrez…), creo que gracias a estas series aprendimos más sobre cultura americana que en cualquier otro sitio.
Aquí, nuestra protagonista encarnaba a Kelly Kapowsky, jefa de las animadoras del instituto de Bayside y el sueño inalcanzable, en un principio, de Zack Morris, el prota de la serie.
Como en cualquier serie americana de los 90, el exceso de moralina nos dejaba con las ganas de conocer “más a fondo” a los personajes femeninos (me entendéis, verdad?), y en este caso era frustrante no ver a la Kapowsky con, al menos, un insinuante bikini. Ni hablar de escenas de cama, por favor, eso era una utopía.

Pero… gracias a dios, con el tiempo Tiffany Amber Thiessen, ya más crecidita, consiguió otro papel recordado, esta vez, por sus insinuantes curvas y su actitud promiscua y provocadora, encarnado a Valerie Malone en las últimas temporadas de “Sensación de vivir”. Esto ya era otra cosa, amigos, de puritana animadora a malvada zorrona en 6 años, y 6 años para un adolescente es mucho tiempo, así que pasamos de verla con pompones a verla vestida con fina lencería en la cama de Brandon Walsh, una delicia, vaya. (lo de la lencería, digo).

Para el recuerdo, el beso lésbico en un yakuzzi entre Tiffany y Jamie Pressley (la rubia de “Me llamo Earl”) en Fast Lane, serie que pasó sin pena ni gloria por la tv. americana.

ELISABETH BERKELEY.

Sí queridos lectores, “Salvados por la campana” supuso una gran cantera de pivones con proyección de futuro; en este caso, Elisabeth Berkeley encarnaba a Jessie Spano, y si Kelly Kapowsky era recatada, esta ya era la releche; feminista, ecologista, demócrata radical ( que no de izquierdas eh?), y con un mal carácter que chocaba siempre con la actitud machista, fascistoide y pueril de A.C. Slater, otrora su novio en la serie (nadie lo hubiese dicho).

Y quien nos iba a decir que con los años esa empollona sabelotodo, enemiga del sexo prematrimonial, nos iba a sorprender con el papel de su vida en “Showgirls”, donde protagonizaba a una aspirante a bailarina que acababa reinando por todo lo alto en los clubes de striptease de Las Vegas.

Para el recuerdo, el baile sensual encima de Kyle Maclachlan , donde el personaje al que daba vida el maduro actor llegaba al clímax sin quitarse siquiera los pantalones, increíble ble.


TATYANA ALI.

La joya de la corona, y, sobretodo, el caso más excepcional dado por el mundo de las sit-coms yankies.
¿Qué le dieron de comer a la pequeña Ashley Banks para que se acabase convirtiendo en ese pedazo de mujer que nos alegró las últimas temporadas de “El príncipe de Bel Air? Esa es la pregunta que todos nos hacíamos a medida que la serie avanzaba.

“El príncipe de Bel Air” tuvo, al menos, la particularidad de hacer un desfile de modelos en casi cada capítulo, invariablemente ligues de Will Smith y en alguna ocasión de Carlton Banks, su primo pijo e inocente. También disfrutábamos de la presencia de Hillary, la ingenua y frívola hija de los Banks, que tenía su punto, pero los avezados productores guardaban un as bajo la manga para aguantar unos niveles de audiencia aceptables, y este no era otro que el desarrollo físico de la pequeña de los Banks.

Para el recuerdo, aquel mítico capítulo donde Ashley se convierte en estrella de la música o aquel otro en el que se pone relleno y minifalda para atraer la atención de los chicos del instituto.


NATALIA SÁNCHEZ
Y como siempre, me gustaría acabar hablando de algún caso “tipycal spanish”, y aquí me voy a decantar por NATALIA SÁNCHEZ, Tete en “Los Serrano”, actriz la cual, el día que cumplió 18 años, su nombre se disparó en Google hasta alcanzar cifras astronómicas.
Si en algo cualquier producción nacional supera a las americanas es en la falta de reparo, escrúpulos y vergüenza en sacar a los protagonistas con poca ropa y en actitudes insinuantes (que si una partida de strip póker, que si me pillan saliendo de la ducha…), y en el caso de “Los Serrano” no iban a ser menos, claro. Así, si en las primeras temporadas era Verónica Sánchez, la hermana mayor de las Capdevila, la que salía en cada capítulo en bragas y sujetador, cuando Tete se hizo mayor los productores no dudaron en el tirón erótico de “Carapan” Sánchez, y nos amenizaron los soporíferos capítulos con los insinuantes escotes de la hija pequeña de Belén Rueda ( a Belén me la reservo para un futuro artículo de maduritas de buen ver).

Para el recuerdo, la escena en la que Tete decide perder la virginidad con Guille, su, no nos olvidemos, hermano (en otra cosa en la que superamos a los yankies es en guiones enrevesados, y en el “aquí todo vale”).

Y ahora, espero leer en “jugosos comentarios” vuestras preferencias catódicas.