EL DÍA QUE LA MÚSICA MURIÓ

La frase que da título al post de hoy está en el clásico de Don McLean “American Pie”(todos la habéis oído, verdad?), y hace referencia al trágico accidente acontecido el 3 de Febrero de 1959; ese día, Budy Holly, Ritchie Valens y The Big Booper murieron en un accidente aéreo mientras volaban hacia Minessota para tocar en el siguiente concierto de la gira que los llevaba por Estados Unidos. Justo hoy se cumplen 50 años de ese trágico suceso.

De las tres muertes, todas dolidas y lloradas, la de Budy Holly fue la que más conmoción causó por la relevancia del personaje; porque Budy Holly fue el más grande.Vale, no tenía la presencia de Elvis, ni la actitud escénica de Jerry Lee Lewis, pero Budy Holly fue un pionero en la evolución de la música popular contemporánea, era un buen guitarrista, compositor propio de sus canciones, fue el primero en querer tener un control total sobre sus producciones y también fue el primero en coger estilos hasta entonces puros como el rockabilly o el country y hacerlos más accesibles, añadiendo las primeras melodías pop, ya desde sus primeros discos con los Crickets, su primer grupo.


Su imagen de tipo normal, poco atractivo, que basaba todo en su talento y su trabajo fue también otro de sus rasgos característicos; sirvan estas pocas líneas en este humilde blog para conmemorar el 50 aniversario de su muerte, The Day The Music Die…